domingo, 4 de marzo de 2012

Humanización vs Domesticación del Perro




Por: Ángel Luis Casiano Dávila

En mi experiencia, puedo decir que la humanización en los perros es la principal razón de problemas de conducta en el perro. Antes explicare brevemente como fue la domesticación del perro. Los descubrimientos más recientes indican que el perro no es más que una subespecie doméstica del lobo gris. Según la comparación de los mapeos genéticos de ambas especies, hace al menos 14.000 años el hombre consiguió domesticar realmente a ejemplares de lobos; es muy probable que el perro haya sido el primer animal domesticado, siendo usado para ayudar a bandas de hombres en la caza y defender al grupo y su morada.



Este perdió, adquirió o desarrolló ciertos caracteres fisiológicos o de comportamiento, los cuales fueron heredables y resultado de una interacción prolongada y de una selección por parte del ser humano. Su finalidad fue obtener determinados beneficios de estas modificaciones ya que sus características eran una gran herramienta. Si hubiéramos querido características humanas en un perro nos dejaban de ser útiles. Acostumbramos al animal salvaje a la vista y compañía de las personas, adaptándolo para que vivan dependiendo del ser humano al igual que nosotros de ellos. Pero las personas comenzaron a tratarlos como humanos, creando desviaciones de comportamiento poco saludables.



Una frase que utilizo es “que si no te gusta que te traten como un perro, pues no trates a un perro como humano”. No malinterpreten mis palabras, no es que dejaremos de amarlos, de darles cariño y cubrir todas sus necesidades. En la convivencia con estos debemos poner reglas y limites, creando una jerarquía balanceada, cosa que no existe cuando se humaniza. Muchas veces no le ponemos limites al perro y permitimos conductas que incluso llegamos a reforzar, aun cuando son conductas desagradables. Debemos dejarle saber al perro que somos los líderes del hogar, siendo justos. A la hora de corregir o premiar al perro se hará de la manera correcta y en el momento exacto. Un mal ejemplo y muy común es el típico regaño al perro, restregándolo en sus excrementos luego de cuatro horas del perro haberlo hecho y seguido por un discurso que siempre suponemos que entienden. A estas personas lamento decirles que están mal. Primero que para el perro, restregarse en el excremento es agradable. Segundo que se regaña al momento en que se cometió el acto.  Tercero que este no entiende el discurso, solo responde al olor que produce tu estado de ánimo y tus gestos corporales.



Debemos tratar que el perro se gane las comodidades que tiene. Un ejemplo es el ritual de la comida. En este sentaremos al perro y cuando esté quieto le daremos la oportunidad de que coma, pero solo cuando nosotros decidamos y si no hace caso le corregimos. Para corregir malas conductas busquen a un profesional ya que no hay un solo método de corrección. Lo que sirve para un perro no es necesario que sirva con otros. Espero que les sirvan estas sugerencias de la columna “los amigos de mis amigos”. Buena suerte en la educación de sus perros. Para consultas respecto a estos temas puede llamar al 787-538-2484 a Ángel Casiano o escribirme al “facebook” en Instructor Canino Angel Casiano.